miércoles, 7 de abril de 2010

Señora Doctora

A estas horas mi hermana será Doctora. Doctora en Ciencias Económicas por la Universidad Autónoma de Madrid. Sé que dentro de muchos años, una de las cosas de las que más me arrepentiré en la vida será la de no haber estado allí, con ella, en un día como hoy. Sin embargo, las obligaciones adquiridas (demasiadas) me lo han impedido. De todas formas, hoy no habría tenido ni siquiera la calificación de actor secundario. Sólo habría sido un mero elemento decorativo porque la protagonista era ella.


No es fácil conseguir terminar la tesis con 25 años y convertirte en una de las Doctoras más jóvenes de España. Mucho menos cuando estamos hablando de una universidad de prestigio como la Universidad Autónoma de Madrid con un tribunal de Tesis presidido por uno de los economistas más importantes de España: Ramón Tamames. Es su mérito y tendré que preguntarle cómo lo ha hecho. También es mérito de sus padres (los míos) que le han apoyado y ayudado para que no cometiera los mismos errores que cometí yo.

Ni ella ni yo conseguiremos nunca encontrar las palabras suficientes para agradecer a nuestros padres lo que han hecho por nosotros. Porque todo lo que tenemos se lo debemos a ellos y a sus muchas horas de trabajo. A ellos nadie les regaló nada pero han puesto sus manos y su sudor para allanarnos en algo el camino y conseguir que sus dos hijos tengan una licenciatura universitaria e, incluso, que la pequeña logré ser Doctora. Espero estar un día a la altura de las expectativas y lograrlo yo también. Aunque eso es accesorio. Lo que de verdad espero es que, el día que tenga un hijo, cuando cumpla los 32 años, o los 25, piense de mi lo que yo pienso de mis padres. Será que he logrado ser un buen padre.

Seguro que estarán orgullosísimos de su hija en el Salón de Grados de la Universidad Autónoma de Madrid y seguro que, incluso, a mi madre se le ha escapado una lágrima. Yo también, desde la distancia, me siento un poquito más orgulloso de mi hermana. Porque ha logrado su sueño. Y porque lo ha hecho sin renunciar a sus ideas, a su dignidad y a su entereza. Porque es un buena hermana y, además, a partir de hoy es una Señora Doctora.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias Diego. Es una entrada muy bonita y dice toda la verdad sobre nuestros padres. Una de las mayores satisfacciones de hoy ha sido ver lo orgullosos que ellos se sentían.

Anónimo dijo...

Felicidades Sofia y enhorabuena Diego tb por lo tuyo!!!