Más de fraude electoral
Generalmente, cuando pensamos en el pueblo, en las decisiones del conjunto de la sociedad, en las encuestas o en las elecciones tendemos a poner en nuestra mente a personas en condiciones de edad, salud y conocimiento medios. En nuestra mente aparecen los mismos sujetos que se postulan como modelo de la sociedad en la publicidad.
Sin embargo, la imagen mental que tenemos es tan falsa como su origen, la publicidad. La sociedad en tan diversa que no sólo hay esos individuos que sirven de modelos a los anuncios sino que la heterogénea sociedad está compuesta por personas que ganan menos de seiscientos euros al mes, ancianos, viudas, personas con dificultades de movimiento,...
El problema es que la imagen no sólo la tenemos nosotros, sino que también la tienen los que mandan e, incluso, las leyes. Por eso, cuando se conoció la noticia de que en Melilla se pretendían falsificar los impresos de petición del voto por correo, la respuestsa del partido popular fue decir que esos impresos no valían para nada.
No valían para nada cuando nos referimos a personas en plenitud de sus facultades físicas. Pero, ¿cuándo hablamos de personas con movilidad reducida? ¿Y de ancianos? ¿Y las personas que no saben leer o leen con dificultad? Esos tambien existen, esos tambien votan. Y esas personas están sometidas a un régimen de presión por parte de los poderes públicos que les prestan asistencia social.
Hoy una señora melillense con movilidad reducida ha denunciado que su asistenta social ha tratado de votar por ella. La señora lo rechazó. Pero ¿cuántas lo aceptan? ¿Para ellas estaban destinados los impresos de voto por correo?
Las primeras declaraciones de Julia Sánchez (la señora melillense).
Julia Sánchez en La Ventana.
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