Balance

En primer lugar, quiero agradecer a los 1.404 gaditanos que han confiado en el proyecto andalucista que encabezaba Ramón Sánchez Heredia y en el que he participado activamente. A ellos y a todos aquellos que pensaron en algún momento que nuestra candidatura podría ser su opción de voto, muchas gracias.

Además, personalmente, quiero lamentar la baja participación en las elecciones en Cádiz. Una abstención de casi el 50% deja en muy mal lugar a todos aquellos que hemos trabajado en estas elecciones tratando de convencer a los gaditanos de nuestros proyectos e ideas.

Con respecto a nosotros, o en concreto a mi, los resultados nos han dejado muy lejos de las expectativas. Prácticamente a mitad de camino. Teníamos un buen candidato, honrado, conocedor de Cádiz, trabajador y buena persona; teníamos un proyecto ilusionante; teníamos un grupo de personas implicado en lo que hacíamos; teníamos muchas ideas,... pero no hemos conseguido transmitirlo a los ciudadanos, no hemos conseguido de ellos el apoyo que necesitábamos.

Cádiz seguirá igual cuatro años. El Ayuntamiento será una fotocopia de la situación anterior. Supongo que eso quiere decir que en Cádiz todo va bien, que no tenemos problemas, que nuestros jóvenes emigran por gusto, que mis amigos que viven en Madrid, en Barcelona o en Zaragoza no vuelven porque no quieren, que las viviendas están caras porque los gaditanos tenemos mucho dinero, que la gente se va a Puerto Real o San Fernando porque van a hacer el puente nuevo,...

En lo que a mi respecta, también seguiré igual que antes de las elecciones. Trabajando en mis cosas y reflexionando, de vez en cuando, sobre lo divino y lo humano en este pequeño espacio abierto que, por suerte, no depende de las audiencias ni de la democracia. También seguiré peleando por la casa que me prometieron, porque las normas jurídicas no entienden de mayorías absolutas reiterativas.