Cuatro malditos votos

Vaya por delante que no conozco personalmente ni a Bruno García -flamante concejal- ni a Cristina Álvarez, segunda en la lista de Izquierda Unida y principal perjudicada por cuatro votos que le impidieron ser concejal en los próximos cuatro años en el Ayuntamiento de Cádiz.

Pero aunque no los conozco, he lamentado profundamente el destino final de aquellos cuatro votos que impiden a Cristina estrenarse en el Ayuntamiento de Cádiz. Y lo siento por ella, por muchas razones. En primer lugar porque tras los últimos meses puedo atestiguar lo difícil que resulta participar en una candidatura minoritaria (y así creo que podemos considerar a IU) en Cádiz. Dar el paso es algo muy difícil y más aún ser el número 2 siendo mujer y con solo 31 años.

Por eso, desde aquí muestro todo mi apoyo a Cristina y, de paso, Sebastián que, desde mi modesta opinión, ha sido, junto con Ramón Sánchez Heredia, los únicos que han planteado una auténtica campaña electoral municipal trabajando uno por uno los votos. IU ha subido, pero le han faltado cuatro votos. Quizá los consiga investigando las actas electorales. Ojalá Cristina sustituya a Bruno y la izquierda le quite un concejal a la derecha. Al menos para que cambie algo en una ciudad conformista que comienza a dar señales de agotamiento. Necesitamos un soplo de aire fresco, aunque sólo sea por cuatro malditos votos.