martes, 12 de febrero de 2008

Nueva llama

Cualquiera que haya echado un vistazo en mi ventana sabe que no soy nada sospechoso de patriota y que la única patria que defendería hasta la muerte sería mi familia. Por eso no gritaré nunca lo de Gibraltar español porque soy de los que considera que la decisión del Estado al que debe estar vinculado Gibraltar sólo debe depender de los propios gibraltareños en uno de esos ejercicios de autodeterminación que tanto miedo le dan a algunos.

Pese a mi falta de españolismo (más allá de celebrar algún gol de los que marca Raul Tamudo) considero que hay que replantear la realidad de Gibraltar. Como decía, no para que pase a formar parte de la nación española a la que ya no le canta ninguna letra de himno sino porque lo que no podemos consentir los andaluces -que al fin y al cabo, somos los que padecemos esta situación- es compartir territorio con un Estado pirata.

Gibraltar supone una competencia desleal para las empresas andaluzas del entorno. Es la cuna de centenares de empresas fantasmas cuyo principal objetivo es el blanqueo de dinero. Es un paraíso fiscal que ahoga un poco más la ya suficientemente deprimida economía gaditana. Gibraltar es foco de corruptelas y corrupciones, de tráficos ilegales, de contrabandos,... Y un peligro real para los campogibraltareños y el resto del entorno por su forma tan especial de tratar los asuntos relacionados con la salud pública y el medioambiente.

Primero fue aquel submarino nuclear de nombre Tireless (aquel que pronunciaba el ex presidente del bigote con ese habilidad tan suya para patalear la lengua de Shakespeare). Ahora ha sido el New Flame, la nueva llama que Gibraltar ha encendido en la relación de vecindad con los andaluces. Un barco semihundido durante casi seis meses que al final se ha ido a pique generando una mancha negra en las playas de Algeciras.

No habrá solución. Nadie obligará al Caruana de turno a respetar el Derecho Internacional. Ni siquiera las normas mínimas de buena voluntad y Gibraltar seguirá siendo un lugar incongruente consentido por todos y padecido por unos pocos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo, solo recordarte que entre el Tireless y el New flame hay otros muchos más.. incluyendo submarinos. Eso sí, silenciado por la Junta y los medios.

alfon.