Calle Mesón, número 15
PROCASA ha entregado una nueva promoción de viviendas. Después de varios años de espera y con un año y medio de retraso (deberían haber sido entregadas en febrero de 2007), los adjudicatarios pudieron acceder a las viviendas, aunque no todos y de ahí se explica el retraso. De los seis adjudicatarios originales sólo se han construido cuatro viviendas y el gran culpable de eso ha sido quien esto escribe.
Cuando en Diciembre de 2006 trataron de entregarme el zulo donde pretendían que enterrara las ilusiones de mi futuro, PROCASA aseguró que la única vivienda con 34 metros cuadrados que iba a entregar era la mía. A los días algunos otros adjudicatarios en situación similar a la que yo tenía salieron a la palestra. No era yo el único sino que un total de 20 de los jóvenes que iban a iniciar su futuro en el centro de Cádiz "gracias al Ayuntamiento de Cádiz" tenían ese futuro restringido a un partidito de menos de cuarenta metros.
Especialmente preocupante era la situación de las viviendas que se iban a entregar (según Juan José "Pinocho" Ortiz) el mes de Febrero del año siguiente en la calle Mesón número 15. En ese bloque se había planeado construir -en un primer momento- cuatro viviendas pero cuando Ortiz y Martínez se dieron cuenta de que los números totales interesaban más que la vida de los jóvenes "agraciados" las cuatro viviendas se convirtieron en seis. ¿Cómo? Elemental: reduciendo a la mitad dos de ellas.
Tras sacar a la luz el escándalo de mi ventana en San Juan de Dios y algunos medios hacerse eco de la situación de mi vivienda y de las de la calle Mesón, el señor (por llamarle algo) Ortiz vio la que se le veía encima. Dos decenas de jóvenes protestando por el tamaño de sus pisos podría convertir lo que era una buena idea (pisos para jóvenes para reactivar el centro de Cádiz) en una patochada digna del peor tahúr (minipisos de 34 metros que no albergarían más vida que el de cucarachas).
En esta tesitura PROCASA decidió rectificar y las viviendas de la calle Mesón número quince que fueron cuatro para mutarse en seis volvieron a su punto original. Cuatro viviendas de unos sesenta metros cuadrados para que estos jóvenes puedan formar una familia.
No me colgaré medallas que nadie me impuso, pero tengo claro que si los gaditanos que esta semana ocuparon sus viviendas en la calle Mesón número 15 tienen una vivienda digna es, en gran medida, por la protesta que protagonicé. Y me alegro. Aunque yo tenga que seguir luchando en los tribunales sin una sola llamada de apoyo por parte de nadie, que mi esfuerzo sirviera para que ningún otro joven de Cádiz se siente estafado por PROCASA me llena de esa extraña y honda satisfacción que se llama ayudar a los demás. Aunque por ello me haya llevado más de una bofetada y no pocos sinsabores puede valer la pena si el único minipiso de PROCASA es el mío.
1 comentario:
Para que vean algunos la importancia de la protesta ciudadana, los blogs y la participación de los ciudadanos en la vida politica de la ciudad donde viven. Enhorabuena. No es que no quieras colgarte medallas, da igual, yo mismo te las cuelgo.
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