domingo, 7 de marzo de 2010

On air: Comoquierenqueestoloarreglemosentretodos.ceoe

La coincidencia de la campaña estosololoarreglamosentretodos.org y las propuestas de la CEOE para crear nuevos contratos basuras para jóvenes me llevaron a la reflexión de mi columna del jueves en el Hoy por Hoy Cádiz. Esta vez sólo recibí una llamada y fue de apoyo. Las críticas se las llevó, como siempre, Julio Braña.


Esto sólo lo arreglamos entre todos. Habrán visto el eslogan en las marquesinas de las paradas de autobús. Algunos, incluso, navegando por la red habrán entrado en la página con la curiosidad de saber más de mensaje optimista y, supuestamente, de compromiso que se esconde tras esa frase.

Pues detrás de esta campaña de ánimo a la población para afrontar con esperanza la maldita crisis, se encuentran la Fundación Confianza, perteneciente a las Cámaras de Comercio, algunas de las empresas más importantes de España como Repsol, Telefónica, El Corte Inglés o bancos como el Santander o el BBVA.

Curiosamente, al mismo tiempo que envían un mensaje de responsabilidad y esfuerzo compartido, con su otra voz, la de la CEOE, proponen sus métodos para salir de la crisis. Y por supuesto, el “entre todos” se convierte en “entre todos los currantes”. O más concretamente, “entre todos los currantes jóvenes”. Porque la propuesta de un contrato sin paro, sin seguros sociales y por debajo del salario mínimo supone un gravísimo paso atrás en las conquistas sociales del colectivo de los trabajadores.

Los jefes de la patronal española se escudan en un supuesto modelo francés para justificar el contrato. Pero no advierten de las diferencias. En Francia el contrato sólo afecta a menores de 25 años sin experiencia laboral y sin más formación que la elemental. Y lo que es más importante, para los franceses el salario mínimo es de 1.254 euros, el doble de nuestros 650 euros.

Tal y como están las cosas hay mucha gente trabajando sin contrato. Empresas que no pagan los seguros sociales de sus trabajadores. Jóvenes que cobran por debajo del salario mínimo. Trabajadores que hacen horas extraordinarias y sin cobrarlas. La crisis es la justificación perfecta para que en el día a día, se reproduzcan los abusos escudados en el miedo de la población a perder su empleo y con él su hipoteca, su casa, su seguridad familiar. Pero que tal circunstancia se dé en la realidad no puede servir de excusa para legalizar esa situación. Más bien al contrario.

Si de verdad esto sólo lo arreglamos entre todos, deberíamos empezar por incrementar los impuestos de los que más tienen, por exigir responsabilidad social a las grandes empresas que multiplican sus beneficios en épocas de vacas flacas, por obligar a los bancos a hacer que fluya el crédito entre empresas y familias. Y, por supuesto, por crear empleo. Pero empleo digno y con garantías. A no ser que lo que algunos pretendan es salir ellos de la crisis y dejar a los demás más pobres de lo que éramos. En ese caso, vamos por el camino correcto.

1 comentario:

Fran Quintana dijo...

Totalmente de acuerdo contigo, "esto lo arreglamos entre todos", qué bonito, pero a mi me enseñaron desde chico que "el que lo rompe, lo arregla". Esto se lo cargaron unos cuantos y pretenden que se lo arreglemos los demás, y los gobiernos parecen estar a favor de esa tendencia.