viernes, 6 de abril de 2007

La Diputación ahoga Bornos

Las paradojas de la vida. El pueblo que da nombre al embalse del que bebe gran parte de la provincia de Cádiz no tiene agua. Ayer, a medianoche, estalló el depósito de agua del pueblo. Por suerte no pasó nada, posiblemente porque se trataba del Jueves Santo y las dos casas que se vieron afectadas estaban vacias. Sólo parte del mobiliario urbano y cinco vehículos se han visto afectados. La única vida que hay que lamentar es la de un burro que habían dejado amarrado a una higuera.

La historia no pasaría de una anécdota si no concurrieran dos circunstancias que comienzan a ser habituales. Por un lado, la situación del antiguo depósito era conocida por todo el pueblo. De hecho, el Ayuntamiento había solicitado un informe a la empresa adjudicataria y, curiosamente, el informe técnico decía que el depósito no se rompería. La historia coincide con la del derrumbe en la calle Sacramento de Cádiz: un informe técnico aseguraba la imposibilidad del derrumbe, y el derrumbe se produjo.

Pero lo peor no es la incapacidad -o la ocultación dolosa de la situación- en el informe técnico. Lo peor es que hacía meses que aquel depósito antiguo debería haber estado vacio. El Ayuntamiento de Bornos y la Diputación de Cádiz habían contratado la construcción de un nuevo depósito que debía estar terminado desde finales del año 2005. Y el depósito está terminado. Pero falta un informe de Diputación sin el que el depósito no se puede poner en uso. Un informe que hace meses que está solicitado y que no se ha hecho.

Hasta ayer, que la desgracia estuvo a punto de golpear Bornos, que la Diputación de Cádiz ha visto sus vergüenzas al aire. Probablemente, en unos días esté el nuevo depósito activo. Por sudrte, sólo ha muerto un burro. Uno de los de cuatro patas.

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