jueves, 1 de marzo de 2007

Cádiz se resiste a dejarse matar

Ya llegan a mi ventana los rumores de la manifestación que comienza dentro de una hora y media en la otra punta de Cádiz, justo a la entrada. La convocatoria parece que va a ser un éxito si en lo que consiste es en aunar al máximo número de gaditanos que se sumen a la protesta frente al cierre decretado por DELPHI en su planta de Puerto Real. Personalmente, yo tambien estaré allí, como pequeña muestra de rechazo, de queja, de hastío...

Sin embargo, parece que el cierre está ya decidido. Por mi ventana he oido que la planta de Puerto Real está montada ya en Polonia donde los sueldos abaratan los costes empresariales, según la visión siempre unívoca que tienen esos economistas sentados en sus lujosos despachos de Detroit.

Lo de DELPHI es una nueva muestra de este capitalismo salvaje que nos ahoga, que nos tiene atrapados. Cuando alguien en su despacho decide que no gana lo que tiene que ganar (o lo que él cree que tiene que ganar) toma decisiones sobre personas, sobre familias, sobre ciudades en las que probablemente nunca haya estado, para que le cuadren unas cuentas absurdas. Cuando el egoismo supera lo éticamente deplorable para pasar a lo jurídicamente perseguible es cuando estos economistas deciden cambiar las cuentas, mienten sobre las ganancias y las pérdidas, invierten dinero subvencionado por un país en plantas de otro... Ahí estas malas personas dejan de serlo y pasan a ser delincuentes. Y contra ellos deberá caminar el peso de la ley.

Sin embargo, también es necesario que hagamos una reflexión desde este rincón del sur del mundo. ¿Por qué siempre a nosotros? ¿Por qué no se habla del cierre de otras plantas de DELPHI en España? ¿Por qué ALTADIS lleva el mismo camino? ¿Por qué se cayeron CASA, Navalips, Astilleros Españoles,...? ¿Están matando a Cádiz y su Bahía o nos estamos muriendo?

De momento, hoy tendremos una buena noticia. Cádiz sale a la calle para decirle a todo el mundo que se va a resistir, que tratará por todos sus medios de evitar que la maten. Aún nos queda vida y vamos a luchar.

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