miércoles, 14 de marzo de 2007

Deporte base

Mi ventana ayer se abrió para visitar la sede del Ateneo de Cádiz y encontrarme allí con personas que resultan realmente admirables (también habría mucho que decir sobre el excepcional trabajo que está desarrollando esta institución en los últimos años, primero, con José María García León como presidente y ahora con D. Ignacio Moreno Aparicio).

Estas personas admirables son los responsables de clubes de base, clubes modestos y clubes de deportes minoritarios en Cádiz. Son personas que han decidido invertir su tiempo en los niños y jóvenes gaditanos de ambos sexos, en conseguir que aprendan a amar el deporte como ellos lo aman, en lograr que estos chicos sean, cada día, un poco mejores en su deporte pero, sobre todo, un poco mejor personas.

La tarea no es fácil. Todo lo contrario. Luchar contra el sedentarismo, contra la indisciplina, contra la telebasura. Proponer el esfuerzo y el sacrificio como vías para llegar al progreso personal sin más metas que el propio desarrollo del ser humano en una sociedad como la actual en la que el sudor se paga tan barato, en la que la abnegación es despreciada constantemente, parece nadar contracorriente.

Sin embargo, para aquellos que aman el deporte base en Cádiz la tarea es el doble de difícil porque el Ayuntamiento de Cádiz de Doña Teófila en el país que sonríe le ha encargado el asunto a uno de los concejales más nefastos de la historia de la ciudad. Vicente Sánchez, (Vicentito para los que tratan con él, el mudo de los hermanos Marx para el Libi), es el (ir)responsable del deporte en Cádiz. Y así nos luce el pelo.

Los Juegos Deportivos Municipales, aquella buena iniciativa que acuñó el Ayuntamiento de Carlos Díaz, se han ido muriendo poco a poco. El Ayuntamiento tarda en pagar la subvención a los equipos más de un año y medio pero, lo más curioso, es que esta subvención asciende a ¡¡¡48 euros!!! Mientras cada niño tiene que pagar 12 euros por inscribirse en una competición en la que, con mucha suerte, jugará cinco o seis encuentros.

Con la nefasta política del deporte base cada vez son menos los colegios y los clubes que participan en estas actividades y se ha llegado a unificar las competiciones de baloncesto desde infantiles a juveniles. Es decir, juegan niñas de 12 años con chicas de 17… ¡¡¡a baloncesto!!!

Cada dato que se pueda ofrecer aquí es más preocupante que el anterior. Pero lo más curioso es que nadie lo dice, nadie alza la voz, ninguno protesta porque el despotismo con el que Sánchez y sus secuaces dirigen la Concejalía ha creado un clima de clientelismo que hace imposible que nadie se señale.

Y mientras seguimos creando botellódromos y planes contra la obesidad infantil.

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