Dinero público
Si algo ha entendido muy bien el teofilismo, con su líder carismática a la cabeza, es que las elecciones se ganan mediante las campañas de imagen. Sus asesores se lo habrán explicado por activa y por pasiva y Teófila, que es una tía lista, lo aplica desde que llegó.
Los medios han sido varios. Comenzó por publicidad institucional incluida en los medios de prensa. Continuó con cuñas de radio alabando la "magnífica" gestión que desarrollaba el equipo de gobierno municipal con ella a la cabeza. Un poco más adelante, puso un par de vallas recordando su labor para conseguir el soterramiento -una obra que, dicho sea de paso, ha transformado la fisonomía de Cádiz para bien.
En este último mandato, la campaña "institucional" está rozando los límites de la decencia. Ha creado una televisión y le ha encargado su control a un auténtico comisario político como es Jorge Moreno que ejerce con "mano de hierro" una vigilancia sobre todo lo que emiten las 625 lineas de lo que en Cádiz se llama "TeleTeo". Para muchos que no la veíamos, la retransmisión de las preliminares del Concurso de Agrupaciones fue un auténtico ejercicio de desfachatez democrática y Teófila llegó, incluso, a comentar una agrupación.
Después vinieron las vallas. Colocadas por doquier enseñando un Cádiz que no existe pero que existirá cuando Teófila renueve su mayoría absoluta y vuelva a pulverizar sus registros. Para colmo he recibido en mi casa unos sobres, con mi nombre y mi dirección, sin sello ni remite en cuyo interior aparecen unos folletos aún más explicativos de lo maravillosa que es Doña Teófila. Lo más irrisorio es que en uno de ellos me contaba que mi piso de 34 metros era para "rejuvenecer el centro" y para hacer "proyecto de futuro".
Que los políticos publiciten sus logros no está del todo mal. Que publiciten aquello que se supone que harán, parece de más dudosa ética. Pero, en todo caso, que esa publicidad sea pagada con dinero público, con el de los impuestos de todos los gaditanos, roza la desvergüenza. Máxime cuando los verdaderos problemas de Cádiz -paro, vivienda, emigración, desigualdades,...- siguen existiendo tras demasiados años de teofilismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario