martes, 6 de marzo de 2007

La gran decepción (II)

El punto de partida de mi blog es una ventana. En concreto, la ventana que tiene la vivienda situada en la calle San Juan de Dios, 6 - Bajo, en Cádiz. Esa vivienda, de tan sólo 34,34 metros cuadrados, me ha llevado a enfrentarme con el Ayuntamiento de Cádiz que dirige Teófila Martínez y, sobre todo, con la Empresa Municipal de Vivienda de Cádiz (PROCASA) que des-gobierna el concejal a tiempo parcial Juan José Ortiz. Por eso, creo que además de contar lo que imaginariamente veo desde la ventana, debo contar la historia de esa ventana. Tras el primer capitulo la historia continúa.

Las cosas de la vida me llevaron lejos de Cádiz. Fue una decisión difícil la de alejarme de lo mío y de los míos para comenzar una nueva vida en Madrid. La verdad es que la adaptación fue difícil, todo un curso tratando de compaginar horarios de metro, clases en la Facultad, citas en el despacho y mil cosas para darme cuenta de que, al final, sólo vivía para trabajar. Me faltaba el aire, la luz y el mar de Cádiz.

Por eso, cuando casi dos años después del primer sorteo se anunció que se sortearían la viviendas que le correspondería a cada adjudicatario decidí que era el momento de volver a Cádiz. En la espera logramos encontrar trabajo y creía que la vida me sonreia cuando el sorteo me deparó una vivienda en la calle San Juan de Dios, número 6. Tal y como salí del sorteo me pasé por la finca. Estaba casi lista. Pregunté a los albañiles. Un par de meses, me dijeron. Llamé a Marta para contárselo. Nuestro futuro, nuestra casa estaban muy cerca.

Al cabo de unas semanas volví por la obra, mi sorpresa fue que en la ventana que había a ras de suelo se podía observar una pared alicatada. Mi extrañeza se tornó en gran decepción cuando vi cuáles eran las condiciones de la casa. ¿Esta es el programa de rejuvenecimiento del barrio que pretende Teófila? ¿Esta es mi vivienda del futuro?

Mis amigos me pedían paciencia antes de caer en la decepción. Igual te has equivocado, espera a que te llamen, a ver si eso es un local comercial, me decían. Y llegó por fin la carta de PROCASA. El 29 de noviembre debía ir a firmar el contrato habiendo previamente abonado la fianza en el número de cuenta que, "amablemente" me comunicaban.

No hay comentarios: