Dando lecciones de derechos humanos
Ayer estuvo en España la dueña del mundo. La mujer más poderosa del planeta, tras tres años ignorando al gobierno español decidió hacer una visita por Madrid y reunirse con Zapatero, Moratinos y el Rey.
Desde que ZP retiró las tropas de Irak, la Administración Bush le habia hecho el vacio al inquilino de La Moncloa y sus hombres. Sin embargo Condoleeza Rice no ha atacado al gobierno socialista por ese flanco porque el tiempo ha venido a demostrar que la invasión de Irak fue un gran error y la decisión española ha sido seguida por otros estados.
Condy prefirió atacar por la vía de los derechos humanos criticando la actitud española en Cuba y Venezuela, los dos granos que los republicanos estadounidenses tienen en su culo (Sudamérica). Resulta que hablar con esos dos países es censurable porque no defienden los derechos humanos...
No seré yo el que defienda a la diplomacia española ni a sus ministros de Asuntos Exteriores -a cual peor desde Fernando Morán y Francisco Fernández Ordoñez-, ni la gestión del ridículo Miguel Ángel Moratinos. Sin embargo, no acepto que esta señora venga a nuestro estado a darnos lecciones de con quien se puede y con quien no se puede hablar.
Estoy en contra de todas las dictaduras, como la cubana... y como la de Arabia Saudí, Marruecos, China,... países con los que los Estados Unidos no tienen problemas en reunirse y en realizar operaciones comerciales. Tampoco me gusta la democracia venezolana, como no me convence la democracia en centenares de países empezando por el nuestro donde el poder acaba estando sometido a los designios de los grandes grupos de comunicación que imponen lo que hay que pensar, decir o votar.
O como la democracia americana, donde gobierna un presidente que no ha sido el más votado, donde hay problemas en los recuentos electorales, donbde muchísimas personas no votan porque no se inscriben,... Y sobre todo donde existe un limbo jurídico en el que una persona puede llevarse más de tres años encerrada sin que haya recibido acusación formal. Una cárcel para aquellos que no han cometido delitos. Eso es Guantánamo. Y hasta que no lo cierren y apliquen las leyes internacionales, la Administración estadounidense no tendrá entidad moral para denunciar a nadie por nada.
Y eso sin hablar de Irak.
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