martes, 18 de diciembre de 2007

El Constitucional

El Tribunal Constitucional se encuentra en la actualidad sometido a uno de las peores crisis de su corta historia. La imparcialidad de la mayoría de los magistrados del Alto Tribunal, siempre puesta en duda, se ha revelado bastante precaria cuando, durante la última legislatura, cuestiones trascendentes como el Estatut catalán, la ratificación de la non-nata Constitución europea o la Ley de Extranjería.

El Constitucional se ha visto sometido a la crisis de credibilidad que hace unos años ya sacudió al Consejo General del Poder Judicial entre juees progresistas (socialistas) y jueces conservadores (peperos). Parte de los medios de comunicación reducen a una cuestión de filiación política la gran mayoría de las decisiones del Tribunal Constitucional y el ambiente en la calle Domenico Scarlatti debe ser más que difícil.

Evidentemente, los magistrados están llevando bastante mal la situación de descalificación a la se ven sometidos. Alguna enfermedad grave ha sacudido ya lo cimientos del Tribunal entre aquellos magistrados que siempre han preerido la prudencia antes que la violencia a la hora de somatizar los problemas.

Parece, sin embargo, que otros magistrados, sometidos a esa tensión, reaccionan de forma explosiva y virulenta. Presuntamente, un magistrado del TC ha encañonado a un ciudadano. Según la versión del hombre, el magistrado le amenazó con la consabida frase de "Usted no sabe quién soy yo".

No sé la credibilidad que merecerá el sujeto ni las pruebas que tiene para corroborar su versión. Lo que si sé, como sabe cualquiera, es que lo que menos necesitaba el Constitucional en estos momentos era una crisis de las de las páginas negras de los periódicos. También sé que la situación puede beneficiar al PSOE, pero me resisto a pensar que una historia tan zaia esté motivada por cuestiones políticas.

No hay comentarios: