viernes, 7 de marzo de 2008

Conservadores

Campaña electoral: día 14.

Aunque la palabra que me viene a la cabeza para el título es otra, voy a guardar la corrección política para calificar la irrupción en la vida de la campaña de una serie de personajes situados en la zona más a la derecha de la sociedad. Es sólo un anuncio de lo que nos espera.

- Religiosos conservadores. Si los obispos tienen que escoger, escogen siempre la posibilidad más radical, la que más le aleja de la sociedad. Rouco Varela ha ganado las elecciones dentro de la Conferencia Episcopal. El hombre que sacó a los católicos a la calle (a los de derecha, que también hay católicos a la izquierda aunque sea tan absurdo como inmigrantes que votan al Partido Popular) para echárselos en cara al Gobierno de ZP, retoma el poder del Episcopado español. Si en estos últimos tres años la Iglesia española ha convocado manifestaciones por la familia, ha firmado manifiestos recomendando el voto hacia el Partido Popular,... qué nos espera con una dirección aún más conservadora. Lo único bueno es que su radicalización puede provocar que cada vez sean más los que ignoran sus posicionamientos.

- Víctimas conservadoras. Francisco José Alcaraz, el presidente de la AVT ha anunciado que lo deja, no se presentará a la reelección. Siempre es positiva la despedida de un personaje tan nefasto como éste que ha instrumentalizado a las víctimas del terrorismo contra el gobierno posicionando políticamente a los que han sufrido atentados de ETA, se ha enfrentado con otras asociaciones de víctimas y ha tratado de recusar a uno de los jueces que más luchó contra el terrorismo etarra. Deja de herencia una Asociación radicalizada que ha perdido su fuerza intelectual a causa del empecinamiento en gozar de poder político sin más legitimidad que haber recibido el hachazo de ETA. ¿Es la desgracia circunstancia suficiente para gozar de autoridad moral?

- Jueces conservadores. El TSJA en su sala en Sevilla ha declarado el derecho a unos padres a ejercer la objeción de conciencia con respecto a la Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos. El ponente de la decisión es un juez de reconocida estirpe conservadora, hijo del presidente del Foro de la Familia y a la sazón magistrado del Tribunal Constitucional. Es su posición personal, como hay jueces que defienden ideas progresistas y eso es algo que sabía la Junta de Andalucía y el Gobierno cuando el recurso cayó en esa Sala. Si creía que tenía motivos para sospechar de ese magistrado tendría que haberlo recusado. De lo contrario, ahora sólo toca aceptar la decisión y, en su caso, recurrirla. Difamar de la forma que lo está haciendo el PSOE es una bajeza que no corresponde.

- Políticos conservadores. Lo que no me parece de recibo es que, al día siguiente de la decisión del TSJA, cuando todavía no es firme, la Comunidad de Madrid se apresure a coger por los pelos el Auto del TSJA y reconocer un hipotético derecho a la objeción de conciencia a todos los padres de menores que iban a cursar la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Eso sí suena a maniobra orquestada desde los sectores más a la derecha. A esos a los que s les llena la boca exigiendo el cumplimiento de las leyes, son los primeros que defienden su incumplimiento. Es que estos políticos conservadores que sufrimos disfrutan con esa idea de que solo es ley la ley que me gusta.

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