jueves, 14 de agosto de 2008

Chiclana

Hay crisis en el Ayuntamiento de Chiclana. O eso al menos dicen los medios oficiales del socialismo en la provincia. El dolor de la derrota electoral del hermanísimo de Rafael Román ha llevado a los socialistas a desarrollar una auténtica campaña de desprestigio contra el antinatural cuatripartito.

Es lógico. Ver como sus aliados de Izquierda Unida traicionan el pacto provincial para imponer el cambio en uno de los motores económicos de la provincia supone un revés político demasiado fuerte. Por eso, desde que se consumó el golpe de mano de Butrón y los suyos la campaña de desprestigio hacia el cuatripartito ha sido feroz.

En estas una de las concejales de Izquierda Unida ha abandonado el grupo y se ha ido al Grupo Mixto. Consecuencias: la recuperación de la alcaldía por el PSOE está sólo a falta de un concejal. Y la campaña se ha recrudecido con acusación formal de transfuguismo al tal Butrón que, dicho sea de paso, ha resultado ser un personaje de cuidado.

Falta un concejal. Y ¿qué partido tiene un solo concejal en el Ayuntamiento de Chiclana? El PSA de Pedro Pacheco, que forma parte del cuatripartito. Pero, ¡oh sorpresa! ahora que su voto también puede ser útil para el cambio de la mayoría en el Ayuntamiento el PSA de Pedro Pacheco se deja querer. Muestra su disgusto con la deriva del equipo de gobierno y abre la puerta a valorar otras posibilidades. Cuando sabe que esté donde esté no se bajará del sillón oficial enseña sus vergüenzas con la desvergüenza de quien no tiene más ideología que poder seguir teniendo despacho oficial.

Y yo m pregunto. ¿Eso no es transfuguismo? Cuando un partido se presenta a unas elecciones sin definir unas posibles alianzas para, al final, concretar una unión contranatura, el hecho sólo puede tener explicación en peculiaridades concretas de la realidad municipal que, podría ser, que se dieran en Chiclana. Pero, ¿y cuándo alguien que ha participado en un equipo de gobierno da el paso atrás para formar parte de otro equipo de gobierno con planteamientos, en principio, totalmente opuestos?

Dicen que rectificar es de sabios. Pero traicionar a los electores (a los principios es imposible traicionarlos si no se tienen) no demuestra mucha sabiduría.

El ejemplo de Chiclana es sólo un ejemplo más del contubernio en el que se han convertido nuestros municipios donde no hay voluntad que no tenga un valor de salida y no hay gran multinacional dispuesta a abonarla en forma de despacho, terreno, recalificación, comisión o lo que corresponda, según los casos.

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